Via Glaralpina
hace 1 mes · Actualizado hace 1 mes

La Via Glaralpina es más que un simple sendero de montaña: es una inmersión total en los paisajes más salvajes y auténticos de Suiza Oriental. Este ambicioso trazado de 230 kilómetros abraza completamente el cantón de Glarus, conectando sus tres municipios en un recorrido circular épico que desafía tanto a senderistas experimentados como a amantes de la naturaleza más exigentes.
Inaugurada en el verano de 2019, esta ruta de 19 etapas serpentea a través de 20 cumbres accesibles, pasando por más de 30 refugios de montaña, hoteles y posadas. Con un desnivel acumulado de 18,500 metros tanto de subida como de bajada, la Via Glaralpina se posiciona como uno de los senderos de larga distancia más espectaculares y técnicamente exigentes de Suiza.
Secciones de este artículo
El corazón salvaje de los Alpes de Glarus
La ruta transcurre por territorio de los Alpes de Glarus y los Alpes de Schwyz, atravesando paisajes que van desde praderas alpinas hasta mundos glaciares. El punto más alto del recorrido alcanza los 3,028 metros en el Bündner Vorab, ofreciendo vistas panorámicas que se extienden hasta el horizonte.
Una de las características más fascinantes de la Via Glaralpina es que atraviesa la Arena Tectónica Suiza Sardona, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Esta zona geológica única permite observar formaciones rocosas de millones de años, donde las capas geológicas narran la historia de la Tierra de manera extraordinariamente visible.
¿Qué nivel de dificultad tiene la Via Glaralpina?
La Via Glaralpina no es apta para principiantes. El sendero está clasificado en la escala SAC entre T2 y T4, donde T4 representa el nivel de sendero alpino más exigente incluido en la ruta. Esto significa que requiere:
- Experiencia en montaña y familiaridad con terreno expuesto
- Pie seguro y ausencia de vértigo
- Buena orientación en terreno alpino
- Condición física excelente para afrontar etapas largas y desniveles pronunciados
Los tramos más técnicos están equipados con cadenas y cables de seguridad, pero siguen requiriendo el uso de las manos para el equilibrio y progresión. Algunas secciones atraviesan campos de grava empinados, laderas herbosas pronunciadas y ocasionalmente zonas glaciares sin hielo.
Señalización y navegación en el sendero
La ruta sigue el sistema de marcas blanco-rojo-blanco para senderos de montaña (T2-T3) y blanco-azul-blanco para senderos alpinos (T4). Además, cuenta con su propia señalización específica mediante rombos "Via Glaralpina" y paneles informativos en los puntos de etapa.
Es fundamental llevar mapa topográfico actualizado y dispositivo GPS, especialmente en las secciones más expuestas donde la niebla puede reducir drásticamente la visibilidad.
Mejor época para recorrer la Via Glaralpina
La temporada principal se extiende desde finales de junio hasta octubre, aunque las condiciones meteorológicas y la nieve pueden modificar estas fechas. Los meses de julio a septiembre ofrecen las mejores condiciones, con:
- Refugios de montaña completamente operativos
- Menor probabilidad de nieve en pasos altos
- Condiciones meteorológicas más estables
- Flora alpina en su máximo esplendor
¿Es posible hacer la Via Glaralpina en invierno? Definitivamente no se recomienda para la mayoría de senderistas, ya que muchas secciones se vuelven impracticables debido a la nieve y las condiciones extremas.
Etapas destacadas: los tramos imprescindibles
Etapas 14-16: El corazón técnico de la ruta
Estas tres etapas consecutivas representan el segmento más espectacular de toda la Via Glaralpina. La etapa 14 parte desde Elm hacia el histórico Paso Panixer, donde el general ruso Suvorov y su ejército buscaron refugio durante su retirada.
El ascenso continúa hacia el Bündner Vorab (3,028m), el punto más alto de todo el recorrido, antes de descender hacia el refugio Martinsmadhütte SAC. La etapa 15 ofrece vistas privilegiadas del famoso Martinsloch, un agujero natural en la roca de los Tschingelhörner que se ha convertido en icono fotográfico de la región.
La etapa 16 culmina este trío épico con el ascenso al Gulderstock, atravesando la impresionante cresta del Gipsgrat antes de descender hacia Engi.
La travesía del Zeinenfurggel: técnica pura
Una de las secciones más exigentes se encuentra en la etapa que cruza el Zeinenfurggel. Este paso requiere ascender por senderos escarpados de marcaje azul-blanco sobre terreno de grava y roca. Las condiciones se complican especialmente con humedad, y las formaciones rocosas únicas, incluyendo el famoso "caracol de piedra", añaden espectacularidad al desafío.
Refugios y alojamientos en la ruta
La Via Glaralpina conecta más de 30 establecimientos entre refugios SAC, posadas de montaña y hoteles. Cada punto de etapa ofrece alojamiento, desde dormitorios compartidos en refugios hasta habitaciones privadas en hoteles de valle.
Los refugios SAC proporcionan la experiencia más auténtica, con cenas comunales y ambiente montañero genuino. Es imprescindible realizar reservas anticipadas, especialmente durante la temporada alta de julio a septiembre.
Equipamiento esencial para la Via Glaralpina
El equipamiento para la Via Glaralpina debe contemplar la variabilidad de condiciones:
Calzado: Botas de montaña rígidas con buena adherencia Ropa: Sistema de capas, incluyendo chubasquero y ropa de abrigo Seguridad: Casco recomendado para secciones expuestas Navegación: GPS y mapa topográfico actualizado Refugios: Saco de dormir de seda para refugios
Los bastones telescópicos son altamente recomendables para los descensos pronunciados y terreno irregular.
Accesos y transporte público
La Via Glaralpina está diseñada para facilitar entradas y salidas en múltiples puntos. La mayoría de localidades de etapa están conectadas por transporte público o servicios de taxis alpinos.
El punto de inicio oficial se encuentra en Ziegelbrücke, accesible en tren desde las principales ciudades suizas. Sin embargo, es posible comenzar desde cualquier punto de etapa, adaptando el recorrido a la disponibilidad de tiempo y nivel técnico.
Variantes y alternativas menos expuestas
Para senderistas menos experimentados, todas las secciones técnicamente exigentes cuentan con rutas alternativas por senderos de montaña tradicionales (T2-T3). Estas variantes mantienen el atractivo paisajístico reduciendo la exposición técnica.
También es posible realizar segmentos temáticos de 3-4 días, como la ruta de tres días por las etapas 14-16, que concentra los highlights más espectaculares.
Impacto ambiental y sostenibilidad
La Via Glaralpina atraviesa zonas protegidas y hábitats sensibles. Es fundamental seguir los principios Leave No Trace:
- Mantener los senderos marcados
- Respetar la fauna local, especialmente íbices y marmotas
- Gestionar residuos responsablemente
- Acampar únicamente en zones designadas
Conectando con la cultura local de Glarus
El sendero no solo ofrece naturaleza salvaje, sino también inmersión cultural. Los refugios y posadas permiten degustar especialidades locales como el Glarner Zigerkrapfen (pastel de queso típico) y conocer las tradiciones montañeras que han moldeado estas comunidades durante siglos.
En algunos tramos, la ruta coincide con antiguos pasos comerciales utilizados durante siglos para conectar los valles alpinos, añadiendo una dimensión histórica fascinante al recorrido.
Preparación física específica
La Via Glaralpina completa requiere preparación específica durante al menos 3-4 meses previos. El entrenamiento debe incluir:
- Resistencia cardiovascular para jornadas de 6-8 horas
- Fortalecimiento de piernas para descensos pronunciados
- Práctica en terreno técnico para familiarizarse con roca y exposición
- Caminatas con peso para acostumbrarse al equipamiento
Tu aventura en la Via Glaralpina comienza aquí
La Via Glaralpina representa uno de los senderos de larga distancia más auténticos y desafiantes de Suiza. No es simplemente una ruta de senderismo: es una inmersión total en los paisajes más salvajes de los Alpes orientales, donde cada etapa desvela nuevas perspectivas de una región que mantiene intacta su esencia montañera.
Desde las praderas alpinas hasta los mundos glaciares, pasando por formaciones geológicas únicas y refugios que conservan la tradición montañera suiza, este sendero circular de 230 kilómetros ofrece una experiencia transformadora para quienes buscan conectar con la montaña en su estado más puro. ¿Estás preparado para abrazar las montañas de Glarus?
Fotografía principal de eurotrek.ch
