Grindelwald

hace 4 semanas · Actualizado hace 4 semanas

Grindelwald

En el corazón del Oberland bernés, a 1.034 metros de altitud, se extiende Grindelwald, un pueblo que parece sacado directamente de un cuento suizo. Ubicado en el cantón de Berna, este rincón alpino se ha convertido en uno de los destinos más codiciados de Suiza, y no es difícil entender por qué. Con la cara norte del Eiger dominando el horizonte y las tradicionales casas de madera creando un mosaico perfecto entre praderas verdes, Grindelwald ofrece esa postal alpina que todos llevamos grabada en el imaginario.

El pueblo forma parte de la región de Jungfrau, una zona que concentra algunos de los paisajes más espectaculares de los Alpes. Desde aquí, las montañas no son solo un telón de fondo: son protagonistas que transforman cada momento del día con sus juegos de luz y sombra. ¿Sabías que Grindelwald fue mencionado por primera vez en documentos históricos en 1146? Aunque su pasado se remonta siglos atrás, hoy es sinónimo de aventura alpina y experiencias que despiertan todos los sentidos.

Subir a First: el teleférico que abre las puertas del cielo

El teleférico de Grindelwald First no es solo un medio de transporte, es el comienzo de una experiencia que redefine lo que significa estar en las montañas. En 25 minutos de ascenso, pasarás de los 1.034 metros del pueblo hasta los 2.168 metros de la estación First, donde el mundo se transforma completamente.

Durante el trayecto, las casitas de madera del valle van quedando atrás mientras los glaciares y las cascadas aparecen cada vez más cerca. La sensación al llegar arriba es indescriptible: tienes los Alpes berneses desplegándose en una panorámica de 360 grados, con el Eiger, Mönch y Jungfrau recortándose contra el cielo.

Actividades que elevan la adrenalina en First

Una vez en First, las opciones van mucho más allá de contemplar las vistas. El First Cliff Walk by Tissot es una pasarela metálica de 45 metros suspendida literalmente en el vacío, fijada al acantilado y que termina en una plataforma panorámica que parece flotar en el aire. La sensación de caminar sobre el abismo, con los Alpes extendiéndose bajo tus pies, es algo que no olvidas fácilmente.

Para los buscadores de emociones fuertes, el First Flyer ofrece la oportunidad de volar por una tirolina a 84 km/hora durante 800 metros, descendiendo desde First hasta la estación intermedia de Bort. Si prefieres algo más pausado pero igualmente emocionante, el First Glider te permite deslizarte como un águila sobre el paisaje alpino.

Para el descenso, puedes optar por los First Mountain Carts (una especie de triciclo todo terreno) o las Trottibikes (bicicletas especiales de montaña). Ambas opciones convierten el regreso al valle en una aventura divertida y diferente.

El sendero al Bachalpsee: la joya azul de los Alpes

Si hay un lugar que resume la belleza alpina en su máxima expresión, ese es el lago Bachalpsee. Desde la estación First, un sendero bien señalizado de 3 kilómetros (aproximadamente 50 minutos de caminata) te lleva hasta este espejo natural situado a 2.265 metros de altitud.

El camino comienza con una subida moderada durante los primeros 20 minutos, pero después se vuelve prácticamente llano. Durante el recorrido, especialmente en julio y agosto, las flores alpinas crean alfombras de colores que contrastan con el verde intenso de los prados. Es común escuchar el tintineo de los cencerros de las vacas que pastan libremente por la zona.

El momento perfecto para la fotografía

El Bachalpsee está dividido en dos lagunas separadas por una presa natural. Para conseguir la fotografía clásica que ha convertido este lago en uno de los más famosos de Suiza, debes continuar hasta la segunda laguna y subir ligeramente por la elevación del terreno a la izquierda. Desde aquí, tendrás la perspectiva perfecta de las montañas reflejándose en las aguas turquesas.

¿Cuál es el mejor momento para fotografiar el Bachalpsee? Las primeras horas de la mañana ofrecen las mejores condiciones: menos viento significa aguas más calmadas y reflejos más nítidos. Además, evitas las multitudes que llegan a lo largo del día.

La ruta hasta el lago es apta para familias con niños, aunque algunas secciones rocosas pueden requerir un poco más de atención. También es posible ver personas con cochecitos de bebé, aunque el terreno puede ser desafiante en algunos tramos.

Aventuras más allá de First: explorando los alrededores

El desfiladero del glaciar: un paseo entre las entrañas de la montaña

A pocos minutos del centro de Grindelwald, el desfiladero del glaciar ofrece una experiencia completamente diferente. Este cañón natural, excavado durante milenios por las aguas glaciares, permite caminar literalmente entre las paredes de roca pulida. Lo más impresionante es la red de seguridad instalada sobre el río, donde puedes caminar suspendido sobre las aguas turbulentas que fluyen por el fondo del desfiladero.

Grosse Scheidegg: el paraíso de las bicicletas eléctricas

Una de las actividades más gratificantes que puedes hacer en Grindelwald es una ruta en bicicleta eléctrica hasta Grosse Scheidegg. Este puerto de montaña ofrece vistas privilegiadas del valle y los picos nevados. El trayecto de hora y media desde el pueblo incluye pendientes considerables, pero las e-bikes hacen que el esfuerzo sea mucho más llevadero. Desde Grosse Scheidegg, las panorámicas del Wetterhorn y el Schreckhorn son absolutamente espectaculares.

Pfingstegg: aventura y toboganes alpinos

El Alp Pfingstegg es otro destino imprescindible, especialmente para familias. El teleférico te lleva hasta una zona donde encontrarás un tobogán de verano que serpentea entre los árboles, ofreciendo una manera divertida de descender por la montaña. También es punto de partida para rutas de senderismo hacia los glaciares de Grindelwald.

Conexiones con el techo de Europa

Desde Grindelwald, tienes acceso directo a una de las experiencias más icónicas de Suiza: la subida al Jungfraujoch, conocido como el "Techo de Europa". A 3.454 metros de altitud, esta estación de tren es la más alta de Europa y ofrece vistas directas al glaciar Aletsch, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

El nuevo Eiger Express, inaugurado en 2020, ha revolucionado el acceso al Jungfraujoch, ahorrando 47 minutos en el trayecto total. Este moderno telecabina conecta Grindelwald directamente con la estación Eigergletscher, desde donde enlazas con el histórico tren cremallera hasta la cumbre.

Männlichen: el balcón real de los Alpes

Otra excursión imprescindible es la subida al Männlichen mediante el teleférico desde Grindelwald. El llamado Royal Walk hace honor a su nombre: desde aquí tienes una de las mejores vistas panorámicas del Eiger, Mönch y Jungfrau, así como del valle de Grindelwald y Lauterbrunnen. Es una caminata fácil y accesible que ofrece recompensas visuales enormes.

Rutas de senderismo: para cada nivel y ambición

Grindelwald es un paraíso para los amantes del senderismo, con opciones que van desde paseos familiares hasta desafiantes travesías alpinas.

La ruta First - Faulhorn - Schynige Platte

Para los más aventureros, existe una travesía épica de 17 kilómetros que comienza en First y termina en Schynige Platte. La primera parte hasta el restaurante Faulhorn (5,7 km) es exigente por el desnivel, pero las vistas desde los 2.681 metros de altitud compensan el esfuerzo. Desde Faulhorn, el sendero continúa 11,3 kilómetros hasta Schynige Platte, principalmente en descenso.

Senderos temáticos: el camino de las flores

Durante los meses de verano, el Camino de las Flores entre Männlichen y Kleine Scheidegg es una experiencia sensorial única. Este sendero temático te permite descubrir la flora alpina en todo su esplendor, con paneles informativos que explican las especies que crecas a estas altitudes.

Información práctica para tu visita

Mejor época para visitar Grindelwald

Los meses de mayo a octubre ofrecen las mejores condiciones para disfrutar de todas las actividades al aire libre. Julio y agosto son ideales para el senderismo, con temperaturas diurnas que rondan los 20°C y la mayor parte de los senderos libres de nieve. Sin embargo, también son los meses con más afluencia turística.

Para evitar multitudes pero mantener buenas condiciones, junio y septiembre son excelentes alternativas. El otoño temprano añade tonos dorados al paisaje que crean una belleza diferente pero igualmente espectacular.

Cómo llegar y moverse por Grindelwald

El tren del Oberland bernés conecta Grindelwald con Interlaken en aproximadamente 35 minutos. Desde Interlaken, tienes enlaces directos con las principales ciudades suizas. Si viajas desde Zúrich, el trayecto total es de unas 2,5 horas, mientras que desde Ginebra necesitarás alrededor de 3 horas.

Una vez en Grindelwald, la tarjeta de huésped que obtienes al alojarte te permite usar el transporte local gratuito y conseguir descuentos en los teleféricos de montaña. Es una ventaja considerable considerando los precios de los transportes de montaña en Suiza.

Equipamiento y recomendaciones

Independientemente de la época del año, lleva ropa de abrigo para las excursiones a mayor altitud. La diferencia de temperatura entre el valle y las estaciones de montaña puede superar los 10°C. Calzado de senderismo con buen agarre es esencial para las rutas, y no olvides protección solar y gafas: la radiación UV es más intensa en altitud y la nieve refleja los rayos solares.

El encanto de un pueblo con alma alpina

Más allá de las actividades de montaña, Grindelwald conserva el encanto de un auténtico pueblo alpino. Sus casas de madera tradicionales, muchas de ellas con más de 200 años, crean un ambiente que te transporta a otra época. Los restaurantes ofrecen desde especialidades locales como fondue y raclette hasta propuestas gastronómicas más contemporáneas.

Pasear por las calles empedradas del centro, especialmente al atardecer cuando las montañas se tiñen de rosa y oro, es una experiencia que complementa perfectamente las aventuras en las alturas. Los cafés con terrazas orientadas hacia el Eiger ofrecen el marco perfecto para reflexionar sobre las experiencias vividas en las montañas.

Un destino que redefine la experiencia alpina

Grindelwald en Berna no es solo un destino turístico; es una invitación a redescubrir tu relación con la naturaleza y contigo mismo. Entre teleféricos que te eleven hacia el cielo, senderos que te conduzcan a lagos de ensueño y montañas que cambien de color con cada hora del día, este pueblo alpino ofrece experiencias que permanecen grabadas mucho después de regresar a casa.

Ya sea que busques la adrenalina del First Flyer, la serenidad del Bachalpsee o simplemente el placer de contemplar el Eiger desde la terraza de un café, Grindelwald tiene esa rara capacidad de satisfacer expectativas y, al mismo tiempo, sorprender con detalles inesperados. En un mundo donde los paisajes vírgenes son cada vez más escasos, este rincón del Oberland bernés sigue siendo un refugio donde la naturaleza muestra su rostro más espectacular.

Fotografía principal de Steven He

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